Rene Magritte "objetos finitos, realidades infinitas"

Al ver la obra de Rene Magritte en la exposición que organizó el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México en 2010, es obligatorio referirse a la relación estrecha entre imagen y filosofía.
Explicitamente la apuesta de Magritte frente al surrealismo fue una relación explicita entre el lenguaje y el referente pictorico, más que la emergencia entre objetos de las representaciones oníricas, del subconsciente y sus posibles relaciones con realidades interiores.
En este caso específico, la pintura(aunque Magritte hizo también escultura) fue el vehículo para desarrollar esta propuesta que básicamente se ha resumido por los críticos y por el mismo Magritte con la siguiente frase:

"la representación no agota el significado del objeto".


Frase que encierra tres temas relacionados:
el lenguaje y el objeto,
el nombre y la referencia,
la representación y la realidad.

La escogencia de algunos pocos objetos aparecen y reaparecen en sus obras,que son los que todos conocemos: la manzana, la pipa, el hombre de traje y su sombrero, la roca, el ábol, las nubes. Esto no quiere decir que no haya explorado ni dibujado otros, pero su intención fue la de usar unos pocos objetos que tienen significados en nuestra sociedad y resignificarlos en un contexto onírico, característica del surrealismo. Hay una construcción infinita de realidades o mundos posibles a partir de unos pocos objetos finitos. A partir de lo finito, lo infinito.



El segundo aspecto que se deriva de esto es una reflexión entre el lenguaje iconico y lenguaje formal o de palabras. En Magritte, el lenguaje iconico trata de ser independiente de una relación con un lenguaje construido por palabras. No hay necesidad de términos, de traducción a palabras, lo iconico es un lenguaje que tiene una ventaja, no limita, no restringe, al contrario expande nuestro universo de representaciones y de realidades.